El concepto Independencia surgió como el de un medio para lograr la soberanía; no como el inicio de un proceso de justicia social, sino como la posibilidad de que las élites locales tuvieran capacidad de gobernarse a sí mismas. El concepto soberanía nunca ha supuesto al de igualdad ni el de independencia ha implicado al de democracia. Sin embargo, el apoyo popular para la consecución de estos objetivos fue ganado en buena medida con promesas de libertad.